MADRID.- "Si la Policía ocupa Sol, hay más plazas", es la consigna con la cual marcharon nuevamente ayer los indignados españoles en Madrid, luego de que un cerco de las fuerzas de seguridad le impidió volver a ocupar el sitio estratégico y simbólico en el que comenzaron sus protestas por un cambio político, económico y social en el país.
Ya no hay dudas. El movimiento ha resurgido después de ser desalojado el martes de la Puerta del Sol (llamado el kilómetro cero de España), que ocupaba desde el 15 de mayo.
No hay tantos manifestantes como en otros días, pero siguen en la calle, mientras la Policía tiene blindada la zona para evitar nuevos acampes. No se produjeron ayer graves enfrentamientos entre ambos bandos, aunque la tensión se elevó en varias ocasiones. Por momentos, las estaciones de subterráneos y de trenes del lugar fueron cerradas para mantener el control de quiénes llegaban allí.
"Esto pasa por echarnos de la plaza", coreaban los rebeldes ante la atónita mirada de los turistas y el temor de los comerciantes a que se produjeran disturbios. "La lucha sigue, cueste lo que cueste", gritaban. Otros repetían: "la voz del pueblo no es ilegal"; "No nos representan" y "Europa, escucha, esta es tu lucha". En asamblea, los manifestantes acordaron no insultar a la Policía, como ocurrió en otras jornadas de movilización.
Nueva estrategia
Lejos de desistir en su objetivo, la estrategia por la que optan los que marchan es recorrer las calles cercanas a la Puerta del Sol, como la famosa Gran Vía y los alrededores de la plaza de Oriente, cortando momentáneamente el tráfico en esquinas de alto tránsito. El Congreso de los Diputados y otros edificios públicos también estaban fuertemente custodiados en el tercer día consecutivo de protestas.
El desafío es recuperar el impulso con propuestas concretas rumbo a las elecciones generales del 20 de noviembre, en las que el Partido Popular lleva una amplia ventaja frente al Partido Socialista Obrero Español (PSOE), actualmente en el Gobierno.
Tras dos meses y medio de tolerancia, el Ministerio del Interior ha cambiado de estrategia, coincidiendo con la salida del candidato oficialista a la Presidencia, el ex ministro socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, reemplazado por Antonio Camacho. (Especial-DPA-Télam)